viernes, 26 de julio de 2013

Ya no leo más, ni lloro más. Dono.

Llevo dos días con las páginas de elmundo.es y elpais abiertas en el navegador. Me he leido todo lo que se podía leer acerca del desastroso accidente de tren de Galicia. Ayer por la noche cayó un programa en no se que canal en el que estupendisimamente hablaron de las causas del mismo. He llorado como una madalena, como siempre en estos casos, esta mañana la última vez. Cuando pones nombres y apellidos a esas personas, es cuando más duele. Cuando ves que son personas como tu y como yo. Con sus vidas, sus trabajos, sus planes de futuro. Se te cae el alma y se te inundan los ojos. Han sido ellos. Podrías haber sido tu. O podría haber sido mi hijo, como fueron esos pobres pequeños. 

No voy a conseguir saber más leyendo más. Porque cuando se acaba la información, comienza el morbo y el sensacionalismo. No puedo hacer nada más por ellos que rezar y lamentarlo profundamente. Nada voy a conseguir volviendo a leer lo mismo, y viendo sus fotos, sus caras, leyendo sus nombres, y sus edades, pobrecitos mios. Por quien más lo siento es por los pequeños. 

Y como nada puedo hacer, y berrinches ya llevo unos cuantos, no voy a volver a entrar en noticias con fotos o que relaten experiencias personales, porque me dejan un mal cuerpo que me dura unos cuantos días. 

De nada va a servir que me ponga a soltar juramentos en todos los idiomas, o participe en linchamientos virtuales. No había balizas. No ha sido solo un error humano. El error humano ha sido decisivo y determinante, pero como siempre en este tipo de desgracias, no el único. 

Lo único que puedo hacer por ellos es dejar de lado mi miedo a que el enfermero de turno me escarbe las venas y me maree, e ir a donar sangre. Solo se me ocurre esa manera de ayudar.




martes, 23 de julio de 2013

Me he lavado la cara. Vuelvo.

Han pasado 5 meses desde que me despedí, tiempo en el que he tenido tiempo de pensar que quería hacer con esto. Te planteas no volver jamás, incluso borrarlo y no dejar huella, pero lo dejas estar. Porque ahí está pero no molesta.

Y Afortunadamente. Las experiencias de los 3 últimos años no son para cepillartelas con el "supr" en medio segundo.


Y después de todo este tiempo he decidido que lo retomo, pero con ciertos cambios. Y el principal motivo es que el diario de bebote apenas tiene 3 páginas escritas.

Compré un cuaderno de esos de a huevo y medio el kilo, con chorrocientas hojas y tapas duras. Le puse estrellitas, pegatinas de Pocoyo y de Eli, alguna de la Abeja Maya, y lo que le iba pispando al crio. Y ahí quedó. Muy mono el, y muy vacío.

Escribo increiblemente mejor y más rapido a máquina que a mano. Casi lo mismo que con el frotar, vaya. La pereza se apodera de mi y los momentos de relax que me quedan en casa, que son poquísimos, se me van en otras cosas, mientras el cuaderno sigue acumulando polvo.

Así que aqui estoy.

Hijo, este es mi diario, y será el tuyo. Aunque no se si tendré valor de mostrártelo algún día sin maquearlo primero. Que cuando escribo me vuelvo un poco irreverente y sarcastica y no me gustaría que me mal interpretases.

Pero mejor será eso que nada. Y además, te aseguro que esto te será más fácil de entender en términos de caligrafia, ya que la letra de tu madre, muy mona, muy femenina, muy redonda, pero al final ni ella misma la entiende.

Asi que aquí estoy. Repito.

Aunque con matices.

No prometo entradas cada dos o tres días. Caerán cuando caigan. No me vereis por el Facebook ni por el Tweeter. Creo que las cuentas aún siguen sincronizadas, pero si no lo estabán, asi seguirán.

No tengo tiempo material para andar en el blog, el tuiter, el facebook y demás medios de la blogosfera. No me da. Y no será por ganas. He pasado ratos de desternille en twitter a costa de solomillito de rana y otras contertulias. Pero es que no puedo. No me da la tarifa de datos, ni me da el tiempo, ni nada. Y después de que el crio, que ya le pega a la pantalla táctil cosa mala, se cepillara el twitter así de buen rollito, descubrí que podía vivir sin tuiter, y que además vivia mejor.

Me borro de Madresfera. Porque tampoco tengo tiempo, no participo en nada, no va a ser mi intención tener un ranking mayor o menor, o conseguir sorteos y cosas de esas.

No tengo la mas mínima intención de participar en sorteos del tipo me escribes un post, das click aqui, me gusta alli, mas uno por el otro lao, y compartes en cual y tal y pascual para que te sorteen una toallita limpiaculos entres 34532 mamás más. Porque no tengo tiempo y porque me parece una tomadura de pelo.

Sigo corriendo. Bueno, en fase arrastre, así que alguna entrada contando mis alegrías runneras, ya caerán. No puedo tener otro blog para el running solo, porque no me da. Y además, no hay mucho que contar. Ya me entendeis, Elena y Monica.

Y sigo en mi anonimato. Me da mucha envidia Alejanda y su blog, y poder ponerle cara y ver lo majeta que es y esas cosas. Pero yo creo que no podria vivir contando mis cosas y poniendo mis fotos en un blog abierto a todo el mundo. Me cortaría el rollo de muchas cosas. Y aunque me plantee hace tiempo salir del anonimato y ponerme cara, estos cinco meses me han dado tiempo para pensar. Y una de las dudas era esta, y me quedo como estoy. Así que la que tenga el gusto, honor y placer de saber quien soy, que me guarde el secreto.  :)

Pues eso, que cuando tenga tiempo, carta de bebote al canto, por los 3 meses o así que llevo sin levantar el boli.


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